Que Argentina vuelva a ser Argentina

¿Por qué Messi no funciona con Argentina? Esa es la pregunta que se hace todo el mundo. ¿Por qué el mejor jugador del mundo no puede tirar del carro de su país y ganar un torneo internacional? ¿Por qué el mago que maravilla en la Liga se desvanece cuando le presionan los rivales en esta copa América? ¿Por qué sus vertiginosas diagonales no son efectivas con la albiceleste? ¿Por qué en España da la sensación de llevar la pelota pegada al pie y en el Sudamericano no es capaz de controlar bien un balón? Eso mismo deben pensar todos los aficionados argentinos después de caer estrepitosamente ante Uruguay, su verdugo histórico.
Pues bien la explicación es sencilla. El fútbol es un juego de equipo. Una vez más se demuestra que sin un conjunto bien formado y que trabaje sin descanso detrás de la estrella, ésta nunca brillará. Y más aún con el juego de táctica y presión que se practica ahora.
Messi no ha dejado de ser Messi. Es Argentina la que ha perdido su identidad. Históricamente era un país que sacaba a puñados jugadores con calidad. Mediocentros como Redondo, Riquelme, Simeone o Verón  en los últimos años. Y si nos vamos más lejos jugadores como Ardiles, Gallego o el mismo Batista, seleccionador actual de Argentina. Defensores de raza como Ayala, Samuel, o históricos como Passarella o Ruggeri.
Y es ahí donde Argentina ha dejado de ser Argentina. Si miramos a la selección actual no vemos ningún jugador de esta estirpe. Cuando Maradona miraba a su alrededor, tenía a figuras de la talla de Passarella, Ruggeri, Batista, Bochini o Burruchaga. Jugadores de calidad, que trabajaban y generaban juego en torno al crack. Messi, en cambio, está sólo. Cuando mira atrás sólo ve a futbolistas de clase media que Luchan sin descanso pero que no saben crear fútbol. Cambiasso, Mascherano o Gago son medios de corte defensivo. Batista no puede exigirles que jueguen como Iniesta o Xavi. Su concepto futbolístico es distinto. Y para qué hablar de la defensa actual, que ha sido un coladero durante todo el campeonato.
Es por eso que Messi parece menos Messi. El de Rosario lo intenta una y otra vez. Pero sus regates no salen tan finos, sus paredes no tienen vuelta, sus tiros no van pegados al palo... Cuando más veo a Messi más me recuerda al Alonso de la segunda etapa de Renault (o incluso algunas veces en Ferrari). La imagen de una auténtica estrella mutilada por la incompetencia de su equipo. Sólo me queda darle un consejo a Batista, quien una y otra vez reitera que quiere copiar para Argentina la forma de jugar de España. Pues bien, le recomendaría que echase la vista atrás y viera cómo su país llegó a alcanzar dos Mundiales. Y que más que intentar plagiar el futbol de La Roja, intente recuperar la esencia del fútbol argentino que tanto ha atraído a los fans del fútbol durante años.    

El Mercado de verano

Al igual que las temperaturas de toda España, el mercado está que arde. Barça y Madrid han olvidado ya la pasada temporada y las ilusiones se renuevan con los fichajes de verano.
El conjunto blanco no ha perdido el tiempo. A la dupla turca -Sahin y Altintop-, le ha seguido la contratación del desconocido Varane - recomendado por Zidane- y por último Coentrao. Además, ha recuperado a los canteranos Callejón y Mateos. 50 millones de euros ha invertido en ello. Sin duda busca juventud. Mourinho quiere establecer una base con mucho futuro por delante. También se habla de posibles llegadas. Agüero o Neymar son los favoritos para el bombazo del verano.
El Barça en cambio no ha movido ficha. Las difucltades económicas a las que aludió su presidente le obligan a  manejar con cautela el mercado estival. Parece claro que este será el verano de Cesc, pero Wenger no es famoso por regalar a sus estrellas precisamente. Guardiola quiere variantes ene el ataque. Rossi y Alexis Sánchez son su preferidos pero sus elevados precio -30 pide el Villarreal por el italiano y 45 el Udinese por el chileno- dificultan las llegadas.
Sorprende sobre todo que ambos equipos no refuercen las zonas en las que más problemas tuvieron la pasada temporada. Los merengues fueron muy inferiores en el mediocampo con respecto al Barça. Mou no encontró un acompañante fijo a Xabi en todo el año. Sahin y Altintop vienen para apuntalarlo, pero dan la sensación de no ser suficiente.
Los culés tuvieron falta de efectivos en defensa. Guardiola se vio obligado a reinventar la línea de atrás de nuevo, poniendo a Mascherano de central o subiendo a canteranos al primer equipo si hacía falta. Sorpende por tanto que no suene ningún defensa de calidad para reforzar la plantilla.
Punto aparte merece el Málaga. Sin duda se ha desmarcado como el gran agitador del verano. El jeque ha devuelto la ilusión a la capital de la Costa del Sol. La lista de caras nuevas es extensa: Van Nistelrooy, Monreal, Buonanotte, Sergio Sánchez, Mathijsen, Toulalan y Joaquín. Y parece que ahí no va a parar. De momento el conjunto blanquiazul ha conformado una estructura de lujo. Los "boquerones" sueñan con Europa y no les falta razón.
El resto de equipos también se han reforzado bien. Algunos mejor que otros. El Getafe ha sabido pescar en río revuelto llevándose a Lopo y Juan Rodríguez del Depor, además de Diego Castro. Un salto de calidad para el equipo madrileño después de las salidas de Manu del Moral y Parejo.
El Atleti sigue pendiente de la venta del Kun. Los rojiblancos quieren renovar el equipo pero sin el dinero de la venta de su jugador franquicia no podrá acometer los fichajes. La llegada de Gabi y Adrián no ha calmado todavía la tristeza por la marcha de De Gea y Ufjalusi.
El Valencia ha contratado a un defensa de gran proyección -Rami- y la calidad de Dani Parejo. El Villareal de momento se mantiene a parte. Y el Athletic, a espera de las elecciones, ha contratado a Ander Herrera que junto con Llorente, Munian y Javi Mártinez devolverá sin duda a los "leones" a los puestos de Europa.