jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Quién tiene la culpa de que la cantera no funcione?

La pasada semana se armó un gran revuelo por las declaraciones de Mourinho sobre el mal funcionamiento de la cantera del Madrid. La prensa no entendió bien el mensaje del portugués. En vez de analizar y cotejar los datos que dio Mou, prefirió sacar el látigo y atizarle a diestro y siniestro. El pique con Toril (técnico del Castilla) vende más.
Mourinho fue muy claro en sus explicaciones. Para empezar el sistema de juego del Castilla (4-4-2) no tiene nada que ver con el del primer equipo (4-3-3). El esquema del filial obliga a los jugadores de banda a tener un gran recorrido mientras que en el primer equipo juegan más arriba, con mayor libertad. En el medio, Mourinho siempre se ha decantado por dos jugadores que barran a lo ancho y a lo largo esa zona del campo para dar equilibrio. Es lógico que cuando suba un centrocampista del Castilla, se le quede muy grande esa zona al estar menos protegido que en su equipo. Lo mismo pasa con los delanteros: Toril prefiere jugar con dos arriba, algo que en el primer equipo no se ha visto salvo en situaciones extremas. El más claro ejemplo podría ser el de Jesé. Un jugador que está llamado a ser la nueva perla de la cantera blanca. Su posición en el primer equipo sería la que ocupa actualmente Ronaldo, de extremo izquierdo. Toril le sitúa de delantero centro, posición que puede cumplir de sobra. El caso es que, cuando este jugador suba al primer equipo llegará con unos conceptos tácticos que tendrá que borrar para aprender los nuevos.
Pero Mourihno no se quedó ahí. También lanzó un órdago a Toril: "Debe decidir si prefiere quedar sexto o séptimo en su Liga o ayudar al primer equipo". En este punto entiendo a Toril. Su labor, como la de cualquier técnico madridista, es ganar. Por eso, en su equipo hay varios jugadores de 24 o 25 años. Necesita de la experiencia de estos jugadores para luchar y poder mantener la categoría. Porque sólo con la calidad no basta. No hay más que fijarse en el Castilla de la generación de los Mata, Negredo, Granero... que descendió por falta de experiencia.
Pero también entiendo a Mou. Jugadores de 24 o 25 años son aún jóvenes, pero muy mayores para debutar en el primer equipo. Por eso, el portugués le obliga a decidir. Para él es más importante que la cantera nutra de perlas al primer equipo, que mantener la categoría. Este problema no pasa en Inglaterra, donde existe una liga aparte para los filiales de los equipos. Así los jugadores no tienen la presión ni el desgaste de la Segunda División española y de lo único que se preocupan es aprender y crecer como futbolistas.
Pero en todo este lío de la cantera, hay un atenuante en el que nadie se ha fijado: la presión a la que se les somete a estos chavales. Y uno de los principales culpables de ejercer esta presión es la prensa. Fijaos en Morata. Si observamos el bombo que le han dado los medios en los últimos tres años podríamos llegar a creer que se trata de un jugador contrastado de la Liga Española. Sin embargo, si miramos sus estadísticas, apenas ha participado en seis encuentros con el primer equipo con escasa relevancia. El mismo caso se le puede aplicar a Carvajal. Un jugador que goza del  de prensa y aficionados pero que no llegó a debutar con el primer equipo. No digo que no lo mereciera.
Lo que intento decir es que no se le puede poner la etiqueta de crack a un canterano, porque lo único que lograrán es añadirle más presión. Observad los canteranos que han triunfado en el Madrid en los últimos años. Casillas, Raúl y Guti llegaron al primer equipo sin que apenas se hubiera hablado antes de ellos. Incluso Arbeloa o Callejón no tuvieron dicha presión. O incluso nos podemos fijar en el actual ideal de cantera: el Barça. Puyol, Piqué, Busquets, Iniesta, Valdés, Pedro... Todos ellos tuvieron la posibilidad de afianzarse en el primer equipo sin influencias externas. Es más, a Iniesta se le dejó trabajar tranquilamente durante cuatro años para que se convirtiera en el superclase que es actualmente. No incluyo en esta lista a Xavi porque hasta él mismo reconoció que los primeros años en el Barça se le hicieron muy difíciles por la presión. Para soportarla, como dice él, hay que ser muy fuerte mentalmente, cosa que un chaval de 18 años es muy difícil que tenga.
Por eso mismo considero que la mejor forma de hacer que estas jóvenes perlas triunfen, es darles tranquilidad y confianza. Y no hablar de ellos más de lo justo y necesario. Cada noticia que salga señalándoles a cualquiera de ellos como el nuevo crack del futuro, lo único que consigue es meterles más presión. Y cuanta más presión, más difícil será que el jugador aprenda y evolucione.