El partido de ayer fue 'deja vu' de esos antiguos encuentros. Juego trabado, muchos errores en el pase y un derroche físico descomunal. Como he dicho el Madrid de los Galácticos caía siempre en estos partidos. Pero el Madrid actual nada tiene que ver con el de entonces. Hay que reconocer a Mourinho la valentía que tuvo en los cambios, llegando a poner a seis atacantes para remontar el encuentro sabedor de que en estas situaciones es cuando se ganan ligas. El juego blanco no mejoró, pero su táctica de avasallar al rival y volcar el equipo en el área contraria tuvo su recompensa. Aunque todo hay que decirlo, el Mallorca ayer mereció más. Siempre se alaba el joga bonito del Barça o el fútbol de ataque, pero en el fútbol hay varios caminos y ayer el Mallorca dio una lección de colocación y esfuerzo.
Pero me llamó también mucho la atención la celebración de los jugadores blancos tras el gol. Fijaos en el vídeo de arriba como contestan a los pitidos del estadio con un grito espartano, un 'uuuuuu' que ya han realizado en algún otro campo. Da la sensación de que el vestuario se ha conjurado para ganar en estos feudos hostiles.
Y por último, resaltar la nota final que Mourinho les pasa a sus jugadores tras el segundo gol. Primero recibe las instrucciones Pepe y después éste se las da a sus compañeros. El técnico portugués dibujó en una nota como debían colocarse sus jugadores tras el tanto. Del 3-3-4 con el que jugó la segunda parte pasó a un 4-3-3 con Callejón de lateral, Kaká y Özil por delante de Xabi y arriba tres delanteros puros: Ronaldo, Higuaín y Benzema. Había que aguantar el resultado como fuera en los últimos minutos y así fue.
