viernes, 31 de diciembre de 2010

Cómo perder un Mundial de Fórmula 1: Parte 2

Algunos me llamarán ventajista por sacar conclusiones tras la debacle ferrarista en este final de año. Puede ser, porque si Fernando Alonso hubiera terminado la carrera como mínimo cuarto en la carrera de Abu Dabi adjudicándose así el campeonato, estaría ahora mismo escribiendo una cosa totalmente distinta. Pero precisamente es eso lo que define a la Fórmula 1 actual. Un simple error divide la línea entre el éxito y el fracaso. Pero echando la vista atrás se pueden observar varias decisiones equivocadas que el equipo ferrarista cometió a lo largo del año.
Quitándoles un poco de culpa, ante ellos tenían el Red Bull, "el mejor coche de la historia" como lo describió el piloto asturiano. Pero si analizamos carrera por carrera la temporada los monoplazas del cavallino sufrieron un gran bache en el primer tercio de la temporada. ¿Cómo un coche que gana la primera carrera puede dar un bajón de rendimiento tan grande en los siguientes Grandes Premios?
Pues bien el error del equipo Ferrari fue no saber evolucionar el coche como es debido. Un equipo que ha destacado en toda su historia por innovar cada año y llegar hasta el límite del reglamento, no puede basar su estrategia en copiar ideas de otros. Eso es lo que hizo el conjunto rojo durante la primera parte de la campaña. El F-duct, una nuevo invento de Mclaren que otorgaba a los monoplazas un extra de velocidad punta en las recta, fue una obsesión para los ingenieros italianos. Y cuando por fin consiguieron copiarlo, Red Bull y Mclaren ya iban 10 pasos por delante. A mitad temporada se dieron cuenta de este error y empezaron a evolucionar el coche con sus ideas y siguiendo la línea propia que marcaba el monoplaza. Fue ahí cuando comenzaron a recortar distancias y a competir de tú a tú con sus rivales. Y fue ahí cuando se inició la remontada de Fernando Alonso.
Pero lo más triste para el conjunto italiano fue echar a perder varias carreras por errores en la estrategia. Antaño quedan los tiempos en los que desde el box de Ferrari se impartían lecciones de táctica hacia el resto componentes de la parrilla. No hace falta recordar la victoria de Schumacher en Magny Course, donde con una estrategia de una parada más consiguió adelantar a un Fernando Alonso imparable. La prensa italiana todavía no entiende como Ferrari perdió este Mundial en su especialidad.
Muchos rumores se han vertido en torno al coche rojo de la próxima temporada. Se dice que quieren dar dos pasos hacia delante y de las paredes de Maranello saldrá a la luz un monoplaza que dejé atrás las invenciones del maravilloso Adrian Newey, jefe técnico y disenador de Red Bull.
Pero, en mi opinión, si realmente quieren plantar cara a los 'toro rosso' tendrá que haber muchos más cambios dentro del Box de Ferrari. Los errores no pueden producirse este año porque como he dicho antes, un simple fallo divide la línea del éxito del fracaso.

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