jueves, 3 de mayo de 2012

Kaká, nunca es suficiente

Un mundial, una Liga de Campeones, una Liga Italiana, una Liga Española, un Balón de Oro... Estos son varios de trofeos logrados por Ricardo Izecson do Santos, más conocido por Kaká. Quería empezar nombrando su palmarés porque habla mucho de la talla de este gran jugador.
Todo apunta a que Kaká tiene los días contados en el Real Madrid. Llegó en el verano de 2009 por 65 millones de euros. Florentino fichó al jugador que tanto había prometido Calderón y que nunca consiguió. El madridismo se ilusionaba con la llegada de CR y Benzemá y veía en el brasileño al heredero de Zidane. Pues bien, después de esos tres años su rendimiento no ha sido el esperado.
Llegó del Milán con una lesión de pubalgia, de la cual se tuvo que operar y que le impidió rendir a buen nivel. El madridismo se mantuvo paciente y siguió confiado en que la clase del brasileño aparecería. Pero tras la vuelta del Mundial Kaká tuvo que ser de nuevo intervenido por una lesión de menisco. Aprovechó ese tiempo para recuperarse también de sus problemas de pubalgia. Volvió para el sprint final de la Liga y en esos partidos dejó buenas sensaciones. Su tercer año se anticipaba como un juicio final. El Bernabéu comenzaba a desesperarse. O Kaká mostraba su verdadero nivel o salía del club blanco por la puerta de atrás.
Personalmente reconozco que siento predilección por este jugador. Pocas veces he visto un jugador con tanta clase y elegancia. En sus mejores años Kaká era un mediapunta que se movía con mucha inteligencia en el campo, magistralmente entre líneas que es donde sufren los contrarios. Dirigía al que equipo con cabeza y serenidad. Se comía los espacios y sabía elegir el momento adecuado para lanzar su estocada. En cuanto pasaba de medio campo y metía la quinta marcha, todas las defensas se estremecían. En los últimos tres cuartos de campo era decisivo.
La versión en el club de Chamartín ha sido bien distinta. También es verdad que en Milán el equipo estaba organizado en torno a él, mientras que aquí que acoplarse al papel secundario. Pero en este último año se ha visto a un Kaká más seguro y más confiado. Intentaba los regates y los pases que antes rompían defensas, pero su final no era el mismo. De cada diez jugadas que lanzaba en apenas tres lograba el éxito. Ha completado varios partidos a un gran nivel, pero con rivales de apenas entidad. Esto mezclado con partidos muy pobres, donde se le veía torpe con el balón y perdido en el campo. Sigue teniendo la clase y la elegancia que decide partidos, pero la bombilla que antes no paraba de encenderse en su cabeza parece que se ha fundido por momentos. Y lo peor es que esta parece ser la mejor versión de Kaká que se pueda ver hoy en día.   
Pero el Bernabéu no se conforma con esos momentos. El público de Chamartín es exigente, que se lo digan a Cristiano si no. Y es consciente que ahora mismo en el mercado hay varios jugadores en el puesto de Kaká que pueden rendir a un mejor nivel. Es por eso que su salida se antoja más que evidente. Creo, como el madridismo, que  su marcha es inevitable. El Real Madrid es un equipo que precisa de los cracks del momento no de cracks que se les haya pasado el arroz. Kaká puede aportar mucho todavía al fútbol, pero el conjunto blanco necesita a un jugador que aporte más que Kaká al equipo.




 Os dejo un par de vídeos de la eliminatoria contra el Manchester Utd. de semifinales de la Champions League de 2006-2007. Probablemente una de las mejores actuaciones del brasileño.





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